Acudimos “á terra do meu pai” en esta ocasión para disfrutar de una buena noche de Rock & Roll en buena compañía, y de un gran ambiente como el que hay cada año en un Festival “modesto” pero con las ideas claras y sobretodo con buen gusto a la hora de escoger las bandas que se subirán a su escenario.
Tierra de lamprea y buen vino nos faltó tiempo para darnos un pequeño homenaje gastronómico y recordar tiempos de niñez por algunos lugares del Concello de Arbo y ver como el tiempo trascurre imparable aunque muchas veces, las más, gratamente, como sería hoy disfrutando de un Festival impensable en otras épocas por estos lares.
Organizado por una asociación cultural que se esfuerza cada año, y van cinco, en traer a bandas de lo más granado del panorama patrio a este pequeño municipio de cerca de 3000 habitantes que por un día se convierte en el centro rockero del sur de Galicia, que no es poco. Gentes venidas de Ponteareas, As Neves, Vigo, Ourense y hasta algunos del vecino Portugal nos dimos cita para disfrutar de una gran noche de Rock que, desde luego, contaba con todos todos los ingredientes necesarios para ello.
Con las luces del día agonizando las coruñesas Agoraphobia fueron las primeras en salir a escena. Con las canciones de su primer larga duración “Incoming Noise” como bandera nos dieron una contundente descarga de energía y buen Rock. Las pudimos disfrutar en el Resurrection Fest apenas 15 días antes en un concierto arrollador en el que dejaron las expectativas muy altas para esta noche y hay que decir que aunque en un principio pareció que les costaba arrancar, a veces abrir un evento de estos con la mayoría de la gente todavía en el bar cuesta un poco, no tardaron en volver a ser el torbellino sonoro que vimos en Viveiro.
Sus canciones si bien en sus inicios eran más cercanas al Punk, con el tiempo han sabido evolucionar sin olvidar sus raíces hacía un Rock más actual que bebe de más fuentes, como el Stoner o el Metal, y que dota a la banda de una mayor contundencia en especial en sus directos como comprobamos nuevamente esta noche.
Su cantante Susana, con una voz que personalmente me encanta, derrocha actitud viviendo las canciones con una energía contagiosa al resto de la banda en especial a su guitarrista Sabela muy activa también sobre el escenario. Poco a poco consiguieron que el personal se alejase de la barra y estuviese pendiente de su concierto.
Sus canciones si bien en sus inicios eran más cercanas al Punk, con el tiempo han sabido evolucionar sin olvidar sus raíces hacía un Rock más actual que bebe de más fuentes, como el Stoner o el Metal, y que dota a la banda de una mayor contundencia en especial en sus directos como comprobamos nuevamente esta noche. Una promesa/realidad del Rock gallego que continúa in crescendo.
El siguiente artista en salir a escena fue El Drogas. Habíamos disfrutado mucho de su concierto en el OurenRock Sound Festival el pasado mes de junio así que veníamos prevenidos de lo que nos iba a esperar pero en esta ocasión sin la lluvia que deslució su actuación en Ourense.
El ambiente era inmejorable, se notaba que la mayoría de la gente venia a verle a él, con lo que la complicidad con el público estaba servida desde antes de empezar, tanto fue así que a la cuarta canción ya estaba en el foso cantando con el respetable.
Desde el inicio con En la silla eléctrica el personal apenas dejo de cantar una sola estrofa ya que aunque la sombra de Barricada es muy grande, y le acompañará siempre, no ha dejado de sumar canciones a su carrera en solitario. Canciones como Peineta y Mantilla, Están para violarlas o En punto muerto, que el personal ha acogido muy bien, algo que se notó ya que algunas de ellas fueron tan coreadas como las más clásicas de su repertorio de Barricada. De estas no faltaron imprescindibles como En blanco y negro, No sé qué hacer contigo, Oveja negra, Barrio conflictivo, No hay tregua, Animal caliente, Todos mirando o Tentando a la suerte que hicieron las delicias de los presentes. Tampoco se olvido de Txarrena sonando Empujo pa´kí o Frío muy bien acogidas también.
Como ya comentará nuestro compañero InTheNight en su crónica ourensana El Drogas está viviendo una segunda juventud en un estado de gracia que hace de cada concierto algo único y de cada canción algo especial, sabiendo dar la dosis justa de espectáculo que su público, siempre fiel, demanda de él. No está sólo, le acompañan grandes músicos como son Brigi, todo un espectáculo a la batería, El Flako al bajo y un gran Txus Maraví a la guitarra. Sin duda uno de los máximos referentes del Rock nacional en este momento del que pudimos disfrutar en el Arbo Rock.
Alumnos aventajados de Barricada o Los Suaves en su día, realidad del Rock patrio hoy. Ellos son Sinkope, la siguiente banda en subirse al escenario del Arbo Rock esta noche. Los extremeños venían a presentarnos las canciones de su último disco “El parque de los poetas” y la verdad servidor tenía muchas ganas de verlos después de una larga temporada sin que sus canciones se cruzarán en mi camino.
En un principio tanto a la banda como al respetable pareció costarles un poco enganchar pero Vito a base de poéticos comentarios y arengas introduciendo sus canciones fueron tema a tema conectando un público que si bien no conocía, en su mayoría, los temas nuevos sí respondió bien a sus canciones más clásicas.
Iniciaron su concierto como su último disco con Los bichos que alimento del que también sonaron otras canciones como No me desates, El parque de los poetas, Si querer me va a doler o el tema de su videoclip Mi barca y mi mar. No faltaron temas “viejos” como Humo de contrabando, Cuando no te pones falda, Matar se me olvida o la inconmensurable En tarros de miel.
Vito sigue siendo uno de los grandes poetas de nuestro Rock no ya sólo por sus letras si no por que impregna sus conciertos de ese aire personal como de poeta metido a rockero, o viceversa, que se mueve por el escenario a veces como forzado, a veces rebelde, en una dualidad que imprime carácter a sus canciones y que siempre acaba conectando con el público de una manera diferente.
Desde luego encantado de volver a disfrutarles en directo, espero no tardar tanto en volver a cruzar nuestros caminos.
Pero esto no había acabado aun nos quedaba cansarnos de bailar con Skandalo GZ. Los de Ponteareas se puede decir jugaban en casa y a pesar de ser los encargados de la siempre difícil tarea de cerrar un festival hicieron mover los pies al más pintado.
Tras celebrar el pasado 2017 sus “10 anos de loita” sobre los escenarios continúan de actualidad con la publicación de su nuevo videoclip “Diversa e diferente” y sin dejar a nadie indiferente en cada uno de sus conciertos.
Su Ska-Punk siempre es garantía de fiesta y hoy no iba a ser menos. Letras reivindicativas y pegadizas, en algunos casos casi himnos para muchos, consiguen una comunión única de banda y publico que en la mayoría de las ocasiones lleva a algunos sus miembros a bajar a tocar entre el personal que como esta noche no dudo en llevar, literalmente, en volandas a algún músico. Sin duda un gran broche final para un gran Festival.
Muy buen sabor de boca nos dejó este, nuestro primer Arbo Rock, del que ya estamos deseando llegue su sexta edición para volver a disfrutar, seguro, de una gran noche de Rock. Nos vemos en el 2019.
