Después de haberlo dejado allá por el año 2002 haciendo el último concierto de su primera etapa han vuelto a juntarse este grupo rockero y fiestero a partes iguales. Aquella vez fui con Manolo y para esta como hemos aumentado la familia asistimos mis peques Estela y Miguel Angel, mi mujer, Lourdes y el ya citado Manolo con Sole su mujer.

Era obligatoria la asistencia a pesar del puente, ya que si los despedimos en su momento en la Sala Caracol lo suyo era recibirlos con los brazos abiertos y con ganas de que vuelvan para quedarse en la escena musical madrileña.

Aunque la hora marcada de inicio era las 20´30 se hicieron de rogar y no salieron hasta una hora más tarde. La sala estaba prácticamente llena y cogimos una ubicación muy buena en la parte de arriba desde donde se veía todo perfectamente, podíamos dejar las chupas sin pasar por el sablazo del ropero y además había asientos para que se pudieran sentar los peques cuando se cansaban.

Salieron los 5 canallas comandados por Michel, el cantante que es el alma del grupo y siempre tiene un chascarrillo entre tema y tema para sacar una sonrisa al personal y secundado por el Abuelo y Ernesto a las guitarras, el Peri al bajo y Josito dando caña a la batería.

Ha pasado mucho tiempo pero daba la sensación que no se habían bajado del escenario en estos 17 años porque se les ve muy complementados e igual de ilusionados que en su primera época y sonando como un tiro.

En el fondo estaba el logo de la banda y no hacía falta nada más, solo algunos invitados que subieron con ellos a hacerse algunos temas como Natalia de Casa de fieras que cantó “Si me quieres escribir” y que cantamos todos con ella dejándonos la garganta.

Otros invitados fueron Luter de Los Reconoces, el Capitán Cobarde (Albertucho) y Fernando Ponce de León que tocó la flauta con ellos en otro tema mítico como es “La tarara” que bailamos y cantamos como si no hubiera mañana.

Desgranaron muchos de sus alegres temas como “A mi me gusta así”, “Si hay que okupar”, “Bella ciao”, “Que nos quiten lo bailao”, toda una declaración de intenciones o “El cura”, canción que alargan y con la que Michel presenta al resto de sus compañeros.

Con este repertorio las dos horas que estuvieron tocando se pasaron volando entre baile y baile y acabamos todos empapados en sudor y un poco afónicos, pero es que hay que estar clavado al suelo para no moverse con estos temas tan movidos.

Como siempre, una mención a los precios de la priva, 10 eurazos el mini de cerveza, un robo, pero bueno ellos sabrán,……