Iniciando un esperanzador 2021 me he quedado enganchado con esta evocadora primera larga duración de estos italianos llegados de Roma. Este es el proyecto que tenía en los años noventa el multi instrumentista Massimiliano Pagliuso (guitarrista de Novembre) con su amigo batería Alessandro Marconcini, acompañados por Gianpaolo Caprino en la guitarra (Stormlord) en el disco.
Un llanto de bebé y el mar introducen brevemente “Hiding lies”, canción de metal extremo melódico, un tema que posee distintos ambientes bien ensamblados, desde pasajes de agresividad y doble bombo a otros más melódicos, así como también tener un estribillo pegadizo o pasajes de ambiente gótico, destacando los cambios de registro vocal, las armonías de guitarra y una batería potente.
“Fall to silence” se abre a lo Anathema de los 90, con unas guitarras delicadas y un bajo de Pagliuso redondo, para luego desembocar en una descarga de fuerza bajo control del estribillo, con buenas armonías vocales y unas guitarras muy melodiosas arrastrándote hacia su final.
Entra fuerte “Violet”, contundente bajo y voz de Pagliuso, respondido por unos buenos breaks de batería de Marconcini y luminosos arreglos en las guitarras; cuando el tema se transforma en una secuencia de metal melódico notas la gran calidad que atesoran Marconcini y Caprino, finalizando de forma muy heavy metal. Y de esta manera tan heavy abren “Tragicomic reality”, una canción que se transformará en los Paradise Lost más comerciales pero con un sonido menos oscuro, destacando los coros y esa batería detallista y con pegada, dejando espacio para brillantes florituras en la guitarra.
La corta “A friend” vuelve a cabalgar en esa mezcla de heavy gótico y mucha melodía vocal, compaginando grandes alardes armoniosos en la guitarra con un ritmo trepidante. La batería abre “Carousel”, doble bombo y armoniosa guitarra para introducir la voz más melódica de Pagliuso y su bajo saturado, para luego no bajar la intensidad a lo largo del tema, el cual está lleno de arreglos y fraseos que hacen engrandecer su escucha; final apoteósico.
“A lament” sorprende el nuevo registro vocal grave no gutural de Pagliuso, un medio tiempo pesado con una batería llena de matices y una guitarra melancólica, cubriendo el resto el profundo bajo; el final se sustenta en un riff efectivo y una demostración de agresividad sonora muy enfática. Metal melódico destila “Spoiled”, con coros muy brillantes y voz melódica que te llevan hacia esas composiciones tan características de este estilo; quizás sea su tema más accesible y menos arriesgado.
Para riesgo y proeza ya tienen “Atlantidea Suite part 1” con sus catorce minutos de duración que vale para que te hagas con una copia del disco: riff logrado para abrir, batería con buen fill y una voz que te engancha por sus registros con Tiamat como referencia, llevándote por una sección con dinamismo; cambian hacia una parte más melódica tanto en las voces como en las guitarras, pero manteniendo la fuerza en la batería, que nos llevará por terrenos muy de Amorphis hasta llegar a guiñar el oído a los mismísimos Type 0 Negative pasando por la mitad de la suite. Salen de estos terrenos del metal gótico hacia el metal melódico con riffs muy sugerentes, volviendo destacar el registro vocal de Pagliuso y esos cambios de ambiente musical, una verdadera destreza musical para llevarnos al final de esta suite.
Esto casi empata con la versión de “The Unforgiven” de Metallica, de la cual salen muy bien parados aunque no difiere en su estructura a la original, destacan las labores vocales con esa gutural para las estrofas y las melodiosas para el estribillo, aparte de unos coros logrados.
El cierre es el increíble y muy acertado single “You don’t know”, canción que engancha en su primera escucha con ese estribillo directo, ese bajo saturado y una batería con pegada; la guitarra armoniza todo para que empaste con brillantez en la canción.
Portada excelente. Producción excelente. Todos los temas enganchan. Gustará a todo tipo de público que busque metal gótico melódico con influencia de bandas de los noventa como Anathema, Amorphis, Paradise Lost, Moonspell o los propios Novembre.