SACRED SHRINES 2021

Desde Australia nos llega esta tremenda banda de rock psicodélico con influencias muy británicas, con mucha actitud pero sin renunciar al pop lisérgico referencial de “brexitland”. Una pequeña pastoral “Enter the Woods” abre esta referencia musical, voces reverberadas y un órgano te elevan lentamente para descender sin descanso en “Trail to find”, single presentación infalible, con un bajo potente y un órgano hipnótico, acentuando esa sensación las voces melódicas; una canción pegadiza y trepidante, tanto por su estructura como por sus arreglos.

No dejan respiro y nos sumergen más en una espiral ácida con “Front row future”, con voz desgarradora y una guitarra que chirria por momentos, mantienen una lucha con la sólida base de bajo y batería. “Keep all the sunshine” es pop muy en la línea del sonido Manchester, con buenas armonías vocales y arreglos de guitarra preciosistas, haciéndose una escucha muy agradable.

Arrecian con más hincapié ese derrotero con “Take the fall”, buscando distorsiones controladas y juegos vocales evocadores, con toda la banda sonando más compacta, siendo otro de sus temas más destacables. Empatan con otro bonito ejercicio sonoro, pues la melodiosa “Through the haze” es una coda con atmósfera envolvente de su tema anterior.

Abren sonoridades con “Paint the sky”, canción con poso sesentero pero con destellos de los noventa, ese pop con gran carga emocional, dejando protagonismo al bajo y las guitarras espaciales. La potente “Stranger” llega sin avisar, contundencia y atmósfera profunda, un muro sónico en el que destacan la batería y las guitarras, y con una gran labor vocal. De seguido nos meten en una bucólica “Never far from where we are”, acústicas y teclados acompañados de vocoder, para relajarnos y dejarnos llevar.

Llega otro de sus temas más destacables, “Aching bones”, pop rock con soltura, resaltando las guitarras y las diferentes voces que adornan este pegadizo tema no exento de complejidad. Cuando entra “Shadow man” ya intuimos que estamos con otra joya del disco, con esa melodía que se te pega en el cerebro; melodiosas voces y guitarras, buena base rítmica y un acertado interludio elevan las buenas vibraciones sonoras.

No hay descanso y mantienen el nivel con la hipnótica “The hunter”, distorsión y órgano para redondear las voces profundas, buscando la complicidad de un bajo y batería que nos arrastra por este intenso y oscuro viaje sonoro. Empalman de seguido con la espacial “Pass like a parade”, broche relajante del disco entre órgano y voces.

Portada sugerente. Muy buena producción. Encantará a seguidores del pop rock psicodélico británico y del sonido Manchester, desde Charlatans, Stone Roses a Spiritualized, Pink Floyd (era Syd Barret) o The Beatles.

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