Era la tercera vez que los británicos venían a la Ciudad de As Burgas y si en sus anteriores visitas un servidor, por diferentes motivos, no pudo acudir, en esta ocasión no iba a ser así y me presente en el Auriense dispuesto a disfrutar de una buena noche de Hard Rock.
 
Aunque se encuentran preparando el que será su cuarto trabajo continúan con la gira de “Hurricane”, un gran disco en el que se aprecia la energía que desprende esta banda en directo como comprobaríamos en unos minutos.
 
Una breve Intro y la banda arranca apostando fuerte con Gone, un tema nuevo que irá incluido en su próximo disco, un grato adelanto que nos pone los dientes largos en la espera. Unos ajustes en el sonido y atacan con Rock n Roll is Alive tema que da título a su segundo disco y con el que la banda se suelta totalmente empezando a implicar al respetable en su actuación. Y si es que está banda se caracteriza por algo, además de por su enérgica puesta en escena, es por su búsqueda continua de la complicidad del público, intentando esa conexión desde el minuto uno y haciendo que vaya in crescendo según se suceden temas.
 
Lockdown sería el primer tema de “Hurricane” en sonar, con la banda ya desmelenada y con su guitarra Paul Hurst dejándose el cuello mientras nos regalaba riffs endiablados. Con el bajo de Tom Crane, la batería de Johnny y las palmas del respetable comienzó Queen of America, otro tema nuevo del que pudimos disfrutar esta noche cantando un fácil estribillo al que nos llevó su cantante Wane Parry, inagotable en toda la velada y con, lo que vulgarmente se dice, un chorro de voz.
 
Por ahora esto no tenia un momento de descanso así sonaron la potente Dr Rock Head y V.I.B.E entre los aplausos y el griterío del respetable. La intensa Radio puso ese punto de relax en el ritmo que no en la fuerza y fue en uno de los temas donde apreciamos mejor la gran labor vocal de toda la banda en los coros.
 
 
Con Let It Rock volvieron las palmas del respetable que además disfrutó coreando las arengas de Wane tras encendernos Paul con un salvaje, aunque algo breve, solo de guitarra y mientras la base de bajo y batería nos daba otra clase de acompañamiento. Angel aunque intensa, y con un buen trabajo instrumental, bajó algo la fuerza que la banda venía imprimiendo hasta ahora.
 
Atacaron con otro tema nuevo Cold heart que volvió a subirnos la adrenalina, dejando claro que la banda no se duerme y sus nuevas composiciones van a darles/darnos muchos buenos momentos. Le tocó el turno al tema que da título a su último disco, Hurricane, muy bien recibido por el público que se notaba conocía mucho mejor este último disco y que enlazaron con la pegadiza Run 4 Cover con los coros de un respetable que se lo estaba pasando en grande y al que Wane volvió a hacer cantar el estribillo del tema con mucho acierto.
 
Nueva base de bajo y batería para que el personal continuase cantando a las ordenes de Wane mientras Paul se bajaba del escenario dejando su guitarra a una persona del público mientra se acercaba a la barra a tomar algo y se mezclaba con la gente. Recuperó su guitarra y volvió al escenario para atacar con el riff de Find My Way Home sin dejar de implicar al respetable al que Wane hizo cantar de nuevo, sí o sí, el estribillo de la canción alcanzando así el momento álgido de la noche con Paul bajándose de nuevo del escenario para tocar entre el público el tramo final del tema.
 
Pero la fiesta continuaba ahora con Paul arengando al personal en Rock Me, otra nueva composición que hará las delicias de los más rockeros y se volverá, sin duda, imprescindible en el repertorio de The Jokers. Con el personal encendido, cantando ya por su cuenta, se quisieron despedir con una versión del All Right Now de Free en la que, como no, el público participó como uno más dando palmas y cantando su conocido estribillo, gran y potente solo de Paul al que Tom y Jhonny llevaron en volandas.
 
 
El amago de irse fue eso, un amago, ya que el propio Wane pidió al publico que pidieran otra y les hacia cantar para llegar a la rockera Salvation con el personal botando y con más ganas de cantar que nunca. La fiesta continuaba con un enérgico solo de Paul que nos llevaba a la cañera Night Driver, una gran canción que en directo aun gana más fuerza y que banda y publico disfrutaron a lo grande.
 
La cosa llegaba a su fin pero sin respiro, así al inicio de Silver City nos hicieron cantar a todos el estribillo mientras su bajista Tom nos grababa sonriente con su teléfono móvil antes de meterse de lleno en el tema. El personal cantaba la canción y coreaba hasta el solo de guitarra, de manera que Paul se dejó llevar y subido a los hombros de una persona del público recorrió todo el Auriense sin dejar de tocar la canción mientras sus compañeros, entre acordes, sonreían sobre el escenario. Pero la fiesta no acabó cuando Paul volvió las tablas. Wane siguió haciéndonos cantar el estribillo y bajándose del escenario para acercar el micro al público más menudo que estaba en el concierto y que hasta ese tema apenas se habían acercado tímidamente a la primera fila junto a su padre pero que no pudieron resistirse ahora a cantar este pegadizo estribillo. Gran momento final con la banda y el público en perfecta comunión y sudando la gota gorda tras hora y media de Big Big Rock.
 
Imprescindible para cualquier rockero que se precie ver a estos británicos en directo y disfrutar de su canciones.