Hacía poco más de un año de la última visita de los Guns a Madrid, visita que se saldó con una grata impresión, Axl cantando a un gran nivel, Slash dándolo todo y Duff en plan Benjamin Button. Por lo tanto la expectación por ver a los californianos era máxima, sobre todo si se tiene en cuenta que programaron un show de más de tres horas de duración en los que ningún otro grupo podía tocar al mismo tiempo que ellos.
 
Llegó la hora y como es de esperar se hicieron de rogar, tardaron diez minutos en comenzar con una intro que auguraba malos presagios, una animación de un tanque con parches de los distintos sitios donde estaban tocando este verano disparaba dos proyectiles y al acabar bum!! empieza otra vez y así ininterrumpidamente los mismos treinta segundos de intro durante veinte minutos, nos hubiera dado tiempo a ir a cenar, pero a esta gente le importamos una mierda los seguidores.
 
Cuando la paciencia del respetable comenzaba a agotarse deciden dar comienzo al concierto como ya viene siendo costumbre con It’s so Easy y para sorpresa de todos los que estuvimos hace un año Axl ha adelgazado bastante, ya no tiene la triple papada de antaño y se ve bastante más ágil. Pero no era la única sorpresa que el señor Rose nos tenía preparada, al tratarse de la primera canción uno puede pensar que falla el sonido pero no quien falla es Axl, vemos que su chorro de voz también perdió decibelios proporcionalmente a su pérdida de kilos.
 
El escenario y la parafernalia son los mismos que hace un año pero han decidido alargar una hora y media el show por lo tanto era de esperar canciones de relleno que es lo que vino a continuación, un par de canciones de relleno y un Welcome to the Jungle un poco descafeinado que apenas conectó con el público.
 
Para arreglarlo otros quince minutos de relleno a los que siguió la primera versión de la noche y que se convirtió en uno de los mejores momentos del concierto. El Live and let Die de los Wings sonó realmente duro, La banda entregadísima y Axl hizo todo lo que pudo, igual que el resto del concierto, profesionalidad no le faltó, solo la voz.
 
Se observaba una mejor sintonía entre Axel y los otros Guns originales, Slash y Duff, por los menos este año se miraban e incluso se atrevían a actuar codo con codo. Fruto de ese supuesto mejor rollo existente supongo que se coló en el setlist la siguiente canción que tocaron, Slither una versión de Velvet Revolver, grupo con el que Slash y Duff sacaron dos grandes discos, pero vista la respuesta del público la gente solo quería éxitos de los Guns, éxitos que tras casi una hora de concierto se hacían de rogar.
 
 
Seguían empeñados los angelinos en alargar el show y para ello contraatacaron con otro par de canciones del Apetite, canciones que en un repertorio normal de la banda jamás asomarían la cabeza, pero cuando pretendes hacer un show de tres horas y solo tienes tres buenos discos de los que sacar temas, lo que toca es aburrir al personal y que se conformen con ver tu presencia.
 
Otro de los grandes momentos del concierto (que fueron pocos) se vivió cuando entonaron el You Could Be Mine, sonó con su fuerza habitual y nos hizo regresar a todos en el tiempo como Terminators intentando salvar a Sarah Connor. Tras este gran tema regresaron a las versiones con una intro del You Can’t Put Your Arms Around a Memory de Johnny Thunders a la que seguia el Attitude de los Misfits, ambas tan innecesarias como insulsas.
 
La cosa fue a peor con otra canción de relleno del "Chinese Democracy" que supuso un bajón tremendo, puede que fuese una estrategia de la banda, mosquear al personal con canciones que no vienen a cuento y de repente arrancar con Civil War y volver a elevar el tono con una de sus mejores canciones que consiguió levantar al público. Continuaron con otro clásico, Yesterdays que mantuvo el nivel por un instante ya que la siguiente elección volvió a ser relleno.
 
Diez minutos de relleno más tarde comenzó el solo de Slash, un solo bastante largo que enlaza con el  tema principal de la banda sonora de El Padrino (sí, otro cover) ejecutados magistralmente pero que no aporta nada nuevo a lo visto hace una año. Una vez finalizado el solo empieza Sweet Child O’ Mine, con la que el público enloquece ya que tras dos horas de concierto se agradece algo de caña, aunque no tardaron en volver a aletargarnos con otro cover, esta vez con Wichita Lineman de Jimmy Webb, ¿alguien conoce esta canción? Llamarle relleno es quedarse corto, un coñazo en toda regla. Hay que bucear en Internet para saber de qué tema se trata.
 
Tras el suplicio llega el turno de los Guns más clásicos con Used to Love Her que sin ser una maravilla cayó como un regalo del cielo viendo los derroteros por los que iba el concierto tras la anterior cover. A esta canción le siguió otra versión esta vez instrumental del I Wish You Were Here de Pink Floyd que al igual que el anterior solo de Slash fue exactamente igual al de hace un año.
 
 
Aparece sobre el escenario un piano, todo el mundo sabe que viene después pero para alargar un poco la espera Mr Rose nos deleita con una intro de Layla (más cover no!!!) antes de entonar November Rain que fue otro de los pocos momentos salvables de la noche. Acto seguido llegó otra versión, sí otra versión, no es coña, tocaba el turno de Black Hole Sun de Soundgarden, y así se llegó al que fue el momento más bochornoso de la noche, ya el año pasado había sido lo peor del concierto y este año no defraudó, se me antojó tan mala como innecesaria, hace una año homenajear a Chris Cornell era lógico dada la reciente fecha de su fallecimiento, lo que no se entiende es que sigan realizando una versión tan pobre que en lugar de parecer un homenaje parece una mofa de lo mal que suena, totalmente descompasada y fuera de ritmo. Algún asesor debería dejar de contar billetes y decirles que esa canción no tiene sitio en el repertorio.
 
Tras recuperarnos de este esperpento comienzan a sonar los acordes de Only Women Bleed de Alice Cooper, y uno empieza a preguntarse, ¿qué coño pasa aquí? ¿Venimos a ver a los Guns o a un puto grupo de versiones?, pero antes de finalizar la pregunta, la canción de Alice Cooper se convierte en una intro que da paso a Knockin’ on Heaven’s Door del gran Bob Dylan, esta cover se la podemos pasar por alto dado que es una de sus señas de identidad. Para acabar la actuación enlazan con Nightrain y se van como si no supiésemos que igual que Terminator, Volverán.
 
Más de tres horas de concierto y todavía faltan los bises, y de repente empieza a sonar otra versión en este caso Melissa de Allman Brothers Band a modo de intro para Patience, canción que viene como anillo al dedo ya que armados de paciencia esperamos a que comenzara este insufrible concierto, al que estamos viendo que le sobraba más de una hora. No sonó mal Don’t Cry pero con Axl venido a menos la canción pierde bastante fuelle.
 
Ahora sí tocaba el concierto a su fin, ya todos nos preparábamos para la traca final y de repente, no puede ser, ¿pero qué hemos hecho para merecer esto? Suena The Seeker de los The Who, no me lo podía creer otra canción más que destrozan. Creo que traer un repertorio de tres horas y media lleno de canciones de relleno y versiones no deja en muy buen lugar a la banda.
 
Suenan los primeros acordes del Paradise City y llegamos al que para muchos fue el mejor momento del concierto, el final, se veían mucha gente suspirando y alegrándose de que por fin acabase este tostón. Alguien definió a los Guns como la banda tributo más cara del mundo y tras esta actuación quedó claro que no se equivocaba ni un pelo.
 
Pd: Gracias Download por perfumarnos el concierto.
 
 
After Movie Oficial: