No, no era la primera vez. El swing y la vieja tradición ya habían seducido a la vieja Auria con anterioridad. En la segunda mitad de los noventa nació y murió un certamen que bajo diferentes epígrafes (“Festival Blues Cidade de Ourense”, “Festival Internacional Blues Cidade de Ourense”…) auspiciado por el concello nos trajo a casa la esencia de los doce compases.

La noche del 20 de noviembre de 2003 no fue la primera, pero si la definitiva para la consolidación de un nuevo evento musical. La noche en que Tom Principato & Powerhouse se plantó sobre el escenario del Principal supuso un antes y un después en el idilio transatlántico entre el padre Miño y el lejano Mississippi. Aquella iniciativa fue consolidándose un año tras otro en el teatro de la diputación ininterrumpidamente hasta alcanzar este 2021 la mayoría de edad.

Nestor Pardo

La decimoctava edición del Festival de Blues Teatro Principal Ourense se abría el viernes con el mejor blues del “delta del mero” [sic] de la mano del coruñés Nestor Pardo. En la penumbra del escenario una mesa, una silla junto a un dobro y un micro, nos hacían presagiar un crudo careo con el respetable. Un frente a frente para valientes, sin respaldo, en solitario. El músico, curtido en mil batallas, no rehuye el encuentro más bien se sobrealimenta de la energía que el respetable le trasmite. Le gusta interactuar con el público, dialoga con él. Presenta con ingenio y buen humor sus creaciones. Nestor busca que la gente salga de sus actuaciones satisfecha y con buen feeling.

Durante la actuación nos brindó temas de su último trabajo “Letters to Clarksdale” y de los anteriores, tanto en en inglés como en castellano. Cerró su actuación con el tema “Con la muerte di” con la guitarra sobre las rodillas y la navaja de su abuelo a modo de bottleneck. Sobresaliente actuación de un bluesman empeñado en consolidar y transmitir la herencia a las generaciones venideras.

PJ Bimeni & The Black Belts

Durante la siguiente hora y media, el blues se conjugó bajo los esquemas musicales y las formas vocales del espiritual negro. Lo profano y lo divino se fusionaron, el soul atronó en el Principal de la mano de PJ Bimeni & The Black Belts. El dolor , el sufrimiento y el orgullo, consustanciales a la música negra de raíz, se presentan como constantes vitales en la biografía del cantante. Descendiente de la familia real de Burundi, sobrevive a varios intentos de acabar con su vida, llegando al Reino Unido en calidad de refugiado. Tuvo los más variados trabajos al tiempo que buscaba en la música la manera de dejar atrás los problemas personales y olvidar los malos momentos vividos.

Su actividad en la escena londinense y su participación en concursos musicales le llevaron hasta la banda madrileña de los estudios Tucxone Records los The Black Belts con quienes publica el aclamado larga duración: “Free me” en 2018. Su delicado groove y su densidad emocional sobre las tablas del Principal nos trajo a la cabeza la figura del gran Otis Readding por momentos, en otros estuvo más próximo a Seal o al mismísimo Sam Cooke. Bimeni nos deleitó con temas de su disco y versiones de clásicos: The Spencer Davis Group (Keepon running), Dyke and the Blazzers (Let a woman be a woman), Don Garner (My babe likes a boogaloo),… Inmejorable fiesta de soul para poner fin a la primera jornada cuyo éxito se reflejaba en las caras de los espectadores a la salida del espectáculo.

Mr. Doug MacLeod

La jornada del sábado comenzó con el multipremiado Mr. Doug MacLeod, Dubb para los amigos. Veterano bluesman reconocido por su excelencia a la hora de componer, la magia en la forma de acariciar la guitarra acústica, su cálida y conmovedora voz y sus inolvidables bolos. A pesar de su dilatada carrera ésta era la primera vez que venía de gira por nuestro país. Al igual que su compañero de cartel PJ Bimeni, MacLeod no ha tenido una vida fácil, más bien todo lo contrario. Abusos sexuales en la infancia, tartamudez sobrevenida, malas decisiones en su juventud, enfermedades en familiares cercanos,… Es como si el dolor y las situaciones dramáticas los llevaran hacia la música como válvula de escape, una curación en el caso de McLeod a través del blues acústico. Pero no solo es una cuestión terapéutica, del sufrimiento salen también la inspiración y la interpretación que nacen en lo más interno del músico. “Cuando toco las guitarras acústicas no hay efectos todo es honestidad y emoción”. “El slide es como una voz, en ocasiones dulce y gentil, cariñosa y amorosa. En otras es como una locomotora quemando la vía”.

Además es un gran narrador, un reconocido contador de historias, durante los últimos diez años mantiene la sección “Dougs’s Black Porch” en la revista Blues Revue donde cuenta historias de temática variada bajo el denominador común de la perspicacia y el humor. En el Principal lo deja claro desde el primer momento “… no hablo español… hoy el blues será el idioma en que nos entendamos …”. Aún así, entre canción y canción no se resiste a soltar speechs introductorios en los que habla de las anécdotas en sus viajes, del amor, de las penurias… de su experiencia vital, dejando siempre un mensaje de esperanza.

Nos regaló una noche plena, redonda, con interpretaciones inolvidables de temas que pueden ya ser considerados como clásicos: “The Train of Change”, un canto a los mejores tiempos que vendrán o “You can’t take my blues”. Doug, con la naturalidad, la sencillez y la humildad que emana, nos deleitó con una de esas noches mágicas con las que regala al público cada vez que se sube a un escenario

Jean Toussaint & the Organ Three

El aniversario se cerró “abriendo”. A pesar de parecer una contradicción, la presencia de Jean Toussaint & the Organ Three fue un “ir más allá” en el Festival Internacional de Blues. Se expandía el horizonte para cerrar así el círculo mágico de la triada musical afroamericana: blues, soul y ahora, jazz. No sabemos si viene para quedarse, pero al menos en esta ocasión sirvió para acercar a más de un profano, entre los que me reconozco, el swing, la improvisación y las no reglas. Toussaint, músico norteamericano afincado en Londres, nos ofreció una actuación en formato trío de manera exclusiva para la ocasión, haciendo acompañar su saxo tenor por una percusión y Hammond de lujo. Extraordinarios instrumentistas ofrecieron un bolo asequible para los no iniciados que salimos del Principal con buen sabor de boca y una sana curiosidad por el género que mejor representa la libertad creativa.

Quedan ya sólo doce meses para que la XIX edición de “nuestro” festival vuelva a traer al Principal lo más florido del panorama internacional de la música del profundo sur americano.

P.D.: En el momento de redactar esta crónica, me siento en la obligación de recordar la figura del extraordinario guitarrista, gran compositor y mejor persona, Tom Gray recientemente fallecido. Con sus Delta Moon en 2014 nos ofreció en este Festival un concierto que estará para siempre en los corazones y en la memoria de quienes pudimos disfrutarlo. Buen viaje amigo...

Ver Galería de Fotos.

Tom Gray D.E.P.