Había ganas de concierto, muchas ganas, al menos para un servidor que por diferentes circunstancias, además de las restricciones de la pandemia, llevaba ya unos meses sin poder asistir a un concierto en condiciones.
 
Así que aproveché el viaje de Nepí, Tito y su inseparable cámara a Cangas do Morrazo para disfrutar en la Salason de una banda a la que le tenía ganas y todavía no había podido escuchar sus canciones en directo, Schizophrenic Spacers.
 
Los catalanes venían con “Gloria”, su último trabajo, debajo del brazo y con muchas ganas de directo, ya que la pandemia todavía no les había dejado presentar en condiciones este nuevo disco.
 
Salieron puntuales al escenario de la Salason para actuar ante sus incondicionales que en esta ocasión fueron bastante menos numerosos que en su anterior visita en la que que llenaron la sala, se nota que la normalidad total aun no ha llegado. Aunque eso no impidió la fiesta del Rock & Roll que disfrutamos esa noche.
 
Comenzaron con la pegadiza 'Sexual Blackmail' de su anterior larga duración ''Now''. A la que siguió, imparable, el primer tema de la noche de ''Gloria'', precisamente el que abre este nuevo disco 'Viladenada', con un potente riff de guitarra y como no un buen estribillo que cantar, ahora en castellano. Aunque si algo me quedó claro es que al personal, al menos al que estaba allí presente, le da igual que utilicen la lengua de Cervantes que la de Shakespeare, aunque a un negado del Inglés como un servidor le tire siempre más su lengua materna.
 
 
Tras una personal versión del 'Manic Depression' de Hendrix le llegó el turno a 'Búscate Una Vida', otra de las canciones incluidas en ''Gloria'', y a la funky 'Physiotherapist', de su ''It Better Be Good'' de 2017, a la nadie se pudo resistir a cantar su estribillo en uno de los muchos buenos momentos de comunión entre banda y público que habría durante todo el concierto.
 
La complicidad entre la banda y el respetable es una de las marcas de la casa y de la que disfrutan ambas partes. Y es que todo es mas fácil con un cantante como Sergio Martos que podríamos decir que mima especialmente a su público, interactuando con ellos en todo momento y dejándoles su parte de protagonismo como si fuera, son, parte de la banda, lo que sin duda hace que para muchos cada concierto sea especial.
 
Con la tranquila 'Shithole' extraída de su disco ''The COV Sessions'' nos prometieron un momento de descanso que duró lo que la canción ya que su siguiente tema la vital y enérgica 'Dealin´with Idiots' volvió a encendernos a todos.
 
 
Siguieron cayendo temas de ''It Better Be Good'' como 'Night's Squirrels' u 'Ode To A Fat Man' con la que nos volvieron a hacer creer que se tranquilizaba algo la cosa, nada más lejos ya que le siguió la versión del 'Beer Drinkers' de ZZ Top y dos temas nuevos de ''Gloria'', el hit single 'Las Cinco Estaciones de Gloria', imposible resistirse a ella, y la hardrockera 'El ojo que todo lo ve'.
 
Estábamos llegando al final pero la fiesta continuaba con un público totalmente loco en las primeras filas que disfrutó con canciones como 'Rock And Roll Is Dead', 'Montpellier' o la versión de la canción de Rufus Thomas, 'Walking The Dog'.
 
Antes de irse sonó 'Victoria', sin duda el mejor tema de su último disco, pegadizo desde el primer acorde y con un ritmo que te hace mover los pies, seguro que esta gran canción les dará muchas alegrías.
 
Tras un amago de marcha no tardaron en retomar sus instrumentos para regalarnos, ahora sí, los dos últimos temas de la noche 'Canta Conmigo Rock'n'Roll' de sus queridos Lone Star para despedirse con la intensa y enérgica 'After The Grapes'.
 
Grandísimo concierto y grandísima banda de los que disfruté gracias a una decisión de última hora que me convirtió en un esquizofrénico espacial sin remisión.