Ross The Boss
Acudimos a la Sala Son a saldar una deuda con uno de los locales de música en directo más activos de Galicia y al que, por diferentes motivos, todavía no habíamos podido acudir a cubrir ninguno de los muchos conciertos de Rock que organizan.
 
Aprovechamos la visita de uno de los grandes de la escena internacional como es Ross The Boss y el transporte puerta a puerta de Miguel y Diego de Lestrato, organizadores del evento, para saldar esta deuda y, como no, disfrutar de una gran noche de Rock.
 
Tengo que decir que me agradó mucho la Sala Son, un local acogedor sin demasiadas florituras claramente orientado a los conciertos, además de a otros eventos artísticos que organizan, con un gran escenario, visible sin dificultades desde cualquier rincón, como comprobaríamos luego con el local lleno. Una gran barra al fondo, en frente del escenario, en la que hidratarse y un personal amable con un trato familiar completan este trío de ases.
 
El sonido es el otro as del poker de la sala, las dos bandas sonaron perfectas, sin estridencias ni bajones, escuchándose la música más que correctamente, estuvieras en primera fila o en la barra, obviamente con la diferencia lógica de estar pegado a la fuente de sonido o alejado de ella pero sin mermar la calidad.
 
Pero, vayamos con la música...
 
Invisible
 
Los aragoneses Invisible han sido la banda encargada de acompañar en todos los conciertos a los norteamericanos, sin duda una gran oportunidad que a buen seguro no desaprovecharon como pudimos comprobar en el escenario de la Sala Son.
 
Su apuesta el Hard Rock/Heavy en formato trío, riffs contundentes, letras directas y una puesta en escena enérgica con su punto de agresividad. Conectaron rápidamente con un público con ganas de pasar una buena noche de Heavy Metal que no desechó al grupo telonero y que disfrutó con ellos desde el minuto uno, algo que siempre gusta y más cuando no eres demasiado conocido.
 
Sonaron canciones de sus, hasta ahora, dos únicos trabajos “Ep,1” y “Sed” como Entre molinos gigantes, La rueda, Ella o Apagado pero fue la versión del clásico de Barón Rojo, Incomunicación la que acabó de ganarse al público, dura y contundente con el sonido personal de la banda, el respetable la coreó con fuerza, sin duda el momento álgido de su actuación.
 
Gran concierto de una banda que no habrá que perder de vista y de oído. Un acierto el que abrieran esta gira.
 
Con el ambiente ya caldeado que les dejaron Invisible salieron a escena Ross The Boss entre el griterío y aplausos del personal, sin duda había ganas de ellos. Estaba claro que, además de la calidad del guitarrista estadounidense y su banda, el que su repertorio se basara en los seis discos que grabó con Manowar fue desde luego el culpable del sold out de este concierto y de prácticamente toda su gira.
 
La banda además del guitarrista y líder indiscutible Ross Friedman contaba con otro ex Manowar como aliciente, el batería Kenny "Rhino" Earl, si a eso le añadimos a Mike LePond (Symphony X) al bajo y al gran Marc Lopes (Let Us Prey) a la voz tenemos los elementos perfectos para el aquelarre metalero.
 
Arrancaron con Blood of the Kings poniendo la sala patas arriba desde el primer acorde con un público entregado que cantó en todas y cada una de las canciones de la banda. Sin tiempo apenas para respirar sonaron Death Tone y The Oath con un Marc recorriendo el escenario ganándose al respetable en cada canción, buscando en todo momento la complicidad de un público ávido de ello.
 
Marc Lopes - Ross The Boss
 
Ross mientras en su esquina no cesaba de destrozarnos con los riffs de su gibson mientras sonreía viendo como el personal disfrutaba con sus canciones. Se le vio muy en forma con su guitarra regalándonos algunos momentos realmente buenos en los que el empuje del público parecía hacerle volar sobre las seis cuerdas.
 
Siguieron cayendo temas como la grandiosa Blood of my Enemies, Kill With Power, Gloves of Metal o Sign of the Hammer tras el cual Mike LePond acaparó la atención con un solo de bajo en el que dejó claro que aunque no sea la alegría de la huerta en cuanto a puesta en escena se refiere, sí lo es con las cuatro cuerdas, sencillo y a la vez complicado, efectivo, muy completo, con las florituras justas pero dejando claro que sabe sobradamente lo que se hace y, sobretodo, con la duración justa de un solo, ni más ni menos, sin cansar a nadie.
 
Ross deja por unos momentos la guitarra para encargarse del teclado en Dark Avenger tras el cual lleno el turno del solo de Rhino. Momento de gloria para el batería con el personal coreando su nombre y animando con sus voces cada ritmo que marcaba. Solo muy completo demostrando la calidad que atesora y haciendo participar de él al público, como debe ser. Al igual que el de Mike con la duración justa. Esta fue, tal vez, la mayor diferencia con Manowar, ningún solo interminable, y sobretodo, ninguna tediosa y larga charla entre canciones, sólo la música como protagonista.
 
Venia la recta final y se reservaban unos cuantos ases en la manga. El primero fue Fighting the World , sin duda alguna uno de los temas más esperados y uno de los momentos más álgidos de la noche con el personal desgañitándose, en algunos casos era casi literal, y disfrutando de cada estrofa.
 
Le siguieron Metal Daze y Battle Hymn con el público volcado y la banda sudando la gota gorda en esta parte final para la que reservaban otra de las grandes. Solo de guitarra previo de Ross para demostrarnos que hay vida, Rock, más allá de Manowar e introducirnos en el último tema de la noche, Hail and Kill. Con el público enloquecido coreando la canción y una banda que disfrutaba con ello, animando a tod@s a cantar una y otra vez en un apoteósico final digno de un gran concierto como el vivido esta noche.
 
Como predijimos gran noche de Heavy Metal con grandes bandas, grandes músicos y sobretodo grandes canciones.
 
En el siguiente enlace podeis ver la entrevista que le hizo nuestro compañero Lucas Gordon a Ross The Boss en Hall of Metal History en Anaheim (California)
 
 
Ross The Boss