“A las 22h te recojo en el trabajo y tiramos para Cangas de Morrazo. Dieron lluvia pero han anunciado que finalmente ponen una carpa. No han puesto ni horarios ni orden de actuación, pero los dos primeros nos los perdemos seguro. A mí me interesa ver a Obsidian Kingdom porque me los perdiera la otra vez en Oporto. Los Morphium tienen buena pinta. Los Insaniam son brutotes y tienen una pinta de alocados, por lo menos darán espectáculo. Hasta luego.”

Así concretaba con nuestro “jefe” la expedición a tierras do Morrazo el sábado. Hoy es lunes y no dejo de pensar en lo bien que disfrutamos del festival y las sorpresas que nos llevamos con los grupos vistos y escuchados.

Algo de lluvia nos acompañó en el viaje, pero lo primero que tengo que decir es que la suerte estaba de nuestro lado esa noche. Llegar y aparcar enfrente de la entrada del recinto ya fue toda una alegría. La lluvia había cesado hacía poco, aunque algo de barrizal había en el entorno de la carpa. Como era de esperar, los Aathma estaban acabando su set, por lo que nos dedicamos a gestionar los hidratantes de cebada y un paseo por el merchand de los grupos. Claro está que entre esos paseos fuimos saludando a colegas de otras partes de Galicia que se apuntan a estas batallas sónicas.

A los primeros que pudimos disfrutar fue a Morphium, y dado nuestro desconocimiento inicial, creo que acabamos alucinados por la respuesta del público ante su periplo por el escenario. Han abandonado sus letras en castellano en su última obra del 2016 “The Blackout” además de a su teclista Lur, para también dejar de lado su lado más gótico y fortalecer su parte más metalera. El set descargado estaba basado en esta última obra, desde los inicios con las brutales “Away from my self” o “Victim of your Shame” hasta el final con las más reconocidas “You’d rather to be blind”o el single “What lies behind words”, siendo su vocalista Alex Bace la fuente de toda esa energía que desprende la banda y que se la trasmite al público en diversas formas: puños en alto, agitación de cuello, surfear por encima de los presentes y sobre todo, incitar a saltar y pogear. Ya estamos esperándolos para disfrutarlos en el VII Live For Madness Metal Fest de Ourense el 23 de Septiembre.

Morphium

Charlando con colegas y dando nuestras impresiones de lo escuchado, esperamos la salida de Obsidian Kingdom. Estos venían acabando su gira de presentación de su obra del 2016 “A year with no summer”, con cambio de formación incluida. Con un juego propio de leds para recrear mayor ambiente en sus texturas musicales, el primer inconveniente fue el sonido, pues tanto la voz como la guitarra de Eaten Roll I estaban desaparecidas. Luego de dos temas, sólo la voz de ella quedó en el limbo para el resto de la actuación y por ende restó brillantez a bastantes canciones.

Desde su inicio con “The Kandisky Group” se le notó las ganas que tenía Rider G Omega, alma mater de la banda, de agradar al público en su mayoría metalero con su propuesta musical multicolor. Sabiendo esto, oscilaron en el set canciones de su última obra con otros temas de su debut Mantiis como “Last of the light”. La banda sonó compenetrada en todo momento, con grandes lucimientos del batería Ojete Mordaza II y el reconvertido a teclista Zero Aemeour Iggdrasil. Es cierto que con tanta paleta sonora en un festival netamente metalero se les puede achacar de blandos, pero la agresividad y énfasis de Rider en su interpretación hace ganarse el respeto del público. Un ejemplo es desgatiñándose en el final de “Darkness” o en una hiperactiva “Ball-room”. También sonó “Away/Absent” hacia el final del set, con un entregado y agradecido Rider hacia el público. Realmente no me llenó la actuación de los catalanes, sintiendo que lo mejor es disfrutarlos en otro entorno musical menos metalero y más prog.

Obsidian Kingdom

Lo que vino a cerrar este Kanekas fue todo un huracán de metal extremo que dudo mucho que los que estuvimos allí olvidaremos. Puesta en escena impecable, un sonido increíble, unos músicos más increíbles si cabe y unos temas llenos de razón. Insaniam salen a escena con su intro, y lo primero es ver sus máscaras del tipo Slipnkot, pero claro, eso es la imagen. Cierto que acojona ver a un podrido conejo duracell llamado Theryan tras los parches, pero las pilas que posee son ultra energizantes por el despliegue realizado durante el set; o un tal Neuros como vocalista tras una máscara calavera con aires de Depredator. Pero lo que realmente nos lleno fue su fuerza musical, esa mezcla de black metal y death técnico, con riffs incisivos como “Infernal waves of time” o la atmosférica “Fall and rise” que tuvieron que repetir como bis por aclamación popular. Simplemente sorprende como pueden colar un solo de blues en un tema de black metal, con todo lo limpio que pudo sonar y saliendo airoso con un tono más bajo.

Increíble labor de ambos guitarristas Dementh y Anxxiet, más si cabe si uno lleva un trapo de ahorcado que le cubre toda la cabeza y el otro una máscara de piloto calavera. Me dejo para el final la actuación de su bajista con mascara de gas Physcho: todo un vendaval escénico y musical, apoyando en todo momento al vocalista y enfatizando en todo momento con el público. Descargando parte de su único disco hasta la fecha Neurotic Mental Storm, dejaron al público presente bien contento. También tocaron nuevos temas como “Vermin” con alegato alimañero o una adictiva “Let the fever explote”. Gusanos cerebrales para “Epidemic race” y una casi industrial “Primal fear” dónde hicieron saltar y hacer mosh pit a los presentes. Al finalizar su set fueron ovacionados y tuvieron que salir a realizar un bis de agradecimiento.

Contentos por todo lo disfrutado, regresamos a la ciudad de As Burgas más que satisfechos y muy sorprendidos. “El próximo metal fest será en casa, “jefe”“.

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Insaniam