CELESTIAL BURST 2022

Este dúo francés formado por Alexis Lustenberger y Kenza Laala nos presentan esta corta y bella obra, donde el prog de corte ambiental acapara todo en su escucha.

Abren con “Obedience”, su single de presentación, un tema lento pero que posee esa belleza que te cautiva: guitarras muy Gilmour del On an island, un bajo profundo y una batería simple pero muy detallista; la voz de Kenza es evocadora, fluyendo entre las estrofas y dejando ver esa influencia interpretativa a lo Anneke van Giersbergen.

Le sigue “The Maze”, un tema largo y espectacular que también repiten al final del disco con la colaboración de Anneke, que sin restar valor a Kenza, brilla más en su interpretación; este tema de medio tiempo engancha por sus arreglos, con una potente batería, apareciendo unas guitarras eléctricas lacerantes en sus partes más intensas, así como el uso de una reverb tan reconocible en la banda madre de Anneke (The Gathering). Mención especial al uso de teclados tan usados en los setenta en bandas del sonido Canterbury o del prog británico de raíces.

“First flight” lo podría haber firmado The Gathering y colaría, siendo un tema dividido en dos partes: la primera con ese riff pegadizo y machacón, con todos los instrumentos sonando compactos, subiendo registros Kenza y dando como resultado su canción más fuerte, haciendo que la escucha global del disco gane mayor dinamismo; la segunda bajan revoluciones, con otro bajo profundo y una gran labor de Alexis en todas las guitarras, equilibrio de intensidad y emotividad, con Kenza fluyendo de nuevo como el agua entre las estrofas. Hacia el final de la canción, un ingenioso guiño a los Pink Floyd del A saucerfull of secrets y rescate del riff inicial.

Ese teclado y arreglo que inicia “The place where I’m supposed to be” me trae a una mezcla de los españoles Triana y los Pink Floyd de principios de los setenta, siendo la voz de Kenza la que lo enriquece más si cabe, y que luego nos lleva hacia un terreno más sinfónico, con ese profuso bajo inundando esa elevación sonora hasta eclosionar la guitarra en un riff potente, donde se dan la mano con la batería y el hammond; ese juego de voces y cambios de ritmo serán disfrutados al máximo, dejando constancia de ser su tema más prog.

Llega la intimista “Anna”, guitarra clásica y arreglos de cuerda abren para la melosa voz de Kenza, mientras se deslizan las notas en un lento in crescendo donde van surgiendo el piano y la batería; solo de guitarra nítido y armonioso, despidiendo la canción a modo de letanía melancólica. Cierra “The maze” interpretada por Anneke, que como comenté, brilla mejor a la original con Kenza, sobre todo en esos tonos finales.

Portada y producción muy buenas. Disfrutarán mucho los seguidores de The Gathering, Whithin Temptation o Lacuna Coil.   

Más información: