Acudíamos con muchas ganas a nuestro primer concierto de Rock de esta “nueva normalidad”, cinco meses sin poder acudir a un concierto de Rock es mucho para cualquiera, y además lo hacíamos, nada menos, que para disfrutar de las canciones de King Sapo.
 
Un servidor se había quedado con ganas de verlos en su visita a Ourense con lo que hoy podría quitarme además de estas dos espinitas, concierto y banda, una tercera pudiendo escuchar en directo su magnifico disco debut “Niño Gurú”.
 
Nos fuimos hasta O Barbanza a pasar un largo fin de semana de Rock y turisteo que comenzaba hoy en A Pousada das Animas da Galiza Imaxinaria de Boiro. Un local al cual nunca había acudido y que me sorprendió gratamente. Situado en una zona peatonal tiene como escoltas en forma de estatuas de bronce nada menos que a Narf y Javer Krahe, no podrás resistirte a hacerte una foto con ellos.
 
Dentro, en la entrada está la cafetería estando separada, en la parte de atrás, una espaciosa sala de conciertos con barra y mesas para la ocasión. Y es que el local cumplía de sobra con lo requisitos de seguridad actuales para eventos de este tipo. Además de geles y la obligatoriedad de mascarilla contaba con grupos de mesas y sillas separadas en muchos de los casos hasta más de dos metros entre unas y otras y no permitiendo más de tres personas por mesa con lo que convertían la sala en un lugar seguro según la normativa actual con la que nos toca convivir.
 
Mesa en primera fila, a más de tres metros del escenario, es lo que tiene llegar temprano y que tampoco se completara, el ya de por si recortado, aforo de la sala. Cerveza, charla con los amigos y salen a escena King Sapo.
 
La banda son unos maestros jugando con los tempos e intensidades de sus canciones como demostraron desde el inicio con la cañera Hombre humo, la energética Super Psycho, con unos falsetes muy característicos, y con la hardrockera Lume, con unos tambores muy apropiados.
 
 
Momentos de relax mientras el Sr. Trujillo coge su guitarra acústica para interpretar la intensa Libre en la que su voz y acústica son las protagonistas hasta medio tema sumándose poco a poco el resto de instrumentos creciendo en intensidad hasta explosionar con un gran solo de Andrés. Tremendo tema en directo.
 
Jesús no se descuelga la guitarra acústica para, a dúo con Andrés, llevarnos a Insomnios. Un tema en el que juegan mucho con los ritmos, que gran batería es el Sr. Planelles, sin duda.
 
En este punto cabe comentar que el personal en A Pousada disfrutaba de sus canciones casi como si no fuera un concierto atípico a lo habitual de sudar la gota gorda en primera fila con el grupo, intentando dar el calor necesario a la banda para que sintieran que estábamos allí, aun a tres metros, y más, del escenario.
 
Tras dejar la acústica volvían al ataque con Alguien como tú, con ese falsete en el estibillo y una parte lenta en la que juegan, de nuevo, con la intensidad de la canción.
 
Jesús vuelve a coger la acústica para interpretarnos Hablando con arboles, una gran canción en la que podemos disfrutar del mejor hacer de la banda con un in crescendo magnífico con, de nuevo, un gran solo de Andrés y una conjunción instrumental de toda la banda realmente preciosista. (Podéis ver el vídeo de esa noche al final de la crónica).
Pues si tras la intensidad del anterior tema pensábamos que iban a bajar el listón nada más lejos de sus intenciones. Tocaba el turno a la única versión de la noche el Natural Blues de Moby con un gran ejercicio vocal de Jesús y con el resto de la banda disfrutando con la interpretación del tema. (También puedes ver el vídeo al final de la crónica).
 
Estábamos llegando al final y para el siguiente tema contaban con un invitado de lujo, el percusionista Cristian Rodríguez (Mon Band). Unos minutos de relax mientras se coloca en su sitio para iniciar magníficamente mde manera instrumental con la batería y la percusión como protagonistas el siguiente tema, Afrodita Blues, a la que se une Jesús antes de dejar que Javi y Cristian nos regalarán unos duetos rítmicos a modo de duelo realmente buenos entre el batería y el percusionista, volviéndose al final a sumarse el resto de la banda para rematar una gran versión de este Afrodita Blues. Sin duda uno de los momentazos de la noche.
 
 
Despedida de la banda para volver al poco para, ahora sí, despedirse con su primer single y canción que da título a su primer disco Niño Gurú. Palmas del respetable que se lo estaba pasando en grande y que, realmente, no quería que acabará la fiesta. Sin duda un gran final con los cinco músicos dándolo todo en este último tema con la implicación, distante pero implicación, del respetable.
 
Sinceramente, un gran concierto el vivido en A Pousada en esta extraña y atípica “nueva normalidad” que ese día nos hizo pensar que cumpliendo como se cumplieron aquí esas normas, a veces tan caóticas y selectivas que las autoridades nos dictan, los conciertos tendrían futuro en las salas. Por desgracia nos equivocamos y mientras unos pueden hacer prácticamente lo que quieran, cumpliendo apenas con unos mínimos, otros ni cumpliendo a rajatabla les dejan realizar su trabajo. Esperemos que con la presión de profesionales y público consigamos revertir una situación que como en este caso se mostró a todas luces segura.
 
Nos vemos en los conciertos... si nos dejan.