AISLES Hawaii
Las redes sociales hacen que grupos de calado en un mercado desconocido para mí como el sudamericano, me lleguen referencias como esta. Desde Chile me entregan esta su cuarta larga duración, en formato doble cd de música prog en todas sus ramas estilísticas y para nada monótonos. Realmente cualquier referencia a otros grupos va ser la tónica durante toda la escucha, pero manteniendo en todo momento su propio sonido.
 
Su propuesta queda bien definida en su tema inicial “The Poet-I”, algo más de diez minutos de rock progresivo de influencia británica (Camel, Caravan), donde los distintos pasajes musicales se suceden con maestría y melodía, con la voz de Sebastián Vergara muy en la línea interpretativa de Peter Gabriel con Genesis; destacan todos los músicos, quedándome con la labor a los teclados de Juan Pablo Gaete y el bajo de Daniel Baird-Kerr.
 
Sin pausa una delicada “The Poet-II” descubre más esencias musicales, una mezcla de lo descrito anteriormente, pero con un toque más jazz de influencia cercana a la Mahavishnu Orchestra, empatando con el siguiente corte “Year zero”, con ese inicio más atmosférico, con un poso a los Yes más etéreos, y que a mitad de la canción toma las riendas unos teclados que te recuerdan los sintetizadores de los años 80.
 
Sin parar el piano introduce una exquisita “Upside Down”, con una soberbia labor vocal de Sebastián y del resto de los compañeros en los coros, con el piano de Germán guiando al resto de la banda; muy buenos fraseos de guitarra a cargo de Rodrigo Sepúlveda. “CH7” mantiene esa línea de búsqueda de nuevas texturas, siendo su tema más largo y que cierra este primer cd, con las guitarras de Germán y Rodrigo desdibujando notas y realizando unos doblamientos increíbles, con un Sebastián brillante vocalmente; mención aparte para el baterista Felipe Candia, que ya no solo en este tema se muestra técnicamente perfecto, si no que a lo largo de todo el disco hará una increíble labor.
 
La apertura del segundo cd a cargo de “Terra” es toda una sorpresa, unas acústicas que perfilan la emotiva voz de Sebastián y que llevarán la canción hacia uno de sus momentos más álgidos de todo el disco cuando repiten el estribillo en diferentes tonalidades vocales, quedando todo muy operístico si se puede expresar así; buena labor al bajo de Daniel.
 
De seguido llega mi tema favorito, “Pale blue dot”, que seguro que cualquier amante de Marillion (H) o Steven Wilson disfrutará con ganas: melodía pegadiza, muy buenos arreglos y una labor vocal más que excelente, siendo un cocktail sabroso a pesar de rondar casi los diez minutos de duración.
 
Siguen demostrando el gran manejo que tienen para las atmósferas con el medio tiempo “Still alive”, otro buen ejercicio de guitarras y batería acompañando a la soberbia voz de Sebastián. Puede que “Nostalgia” quede como mera canción anecdótica o de epílogo de la anterior, pero que consigue llevarte a “Club Hawaii”, quizás su canción más compleja compositivamente hablando; si la batería de Candia es sorprendente, no lo es menos los teclados de Gaete y la garganta de Sebastián, que unidos al resto realizan una verdadera virguería de canción.
 
Después de tanto despliegue sónico, surge una enérgica “Falling” a golpe de piano y voz que te hiela la sangre. Cierran con “In the probe”, canción de atmosférica que te deja levitando por un momento.
 
Portada muy lograda. Muy buena producción.
 
Excelente disco para los que disfruten con bandas de música progresiva pero sin fronteras (Dry River, Steven Wilson, etc…).
 
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