Anteayer fue el día. Las luces de la mejor sala gallega se apagaron definitivamente. Digo la mejor y no lo digo en vano. Lo digo con pleno conocimiento de causa.

Fue la mejor por cantidad y calidad. Díganme ustedes sinó que otra sala llegó a tener una media de 70 conciertos/actividades culturales al año durante los últimos diecisiete.

Bandas nacionales e internacionales de todo pelaje brindaron con licor-café sobre las tablas de Salasón: The Pretty Things, The Dictators, Willie Nile, Marc Ford, Sven Hammond, The Delta Saints, The Vintage Caravan, The Bo Dereks, Los Brazos, Schizophrenic Spacers, Los Deltonos, Los Eternos, The Soul Jackets, etc, etc, etc. …

Fue la mejor por ubicación (¿algún sitio mejor que O Morrazo?), por luces (espectaculares fotografías las de Julher Lemreh) y sobre todo por un sonido excepcional (graciñas Henry por las noches inolvidables que nos diste).

Fue la mejor por el ingente trabajo y dedicación de quienes se implicaron en que este proyecto se desarrollara sin interrupción durante tantos años apesar de todos los contratiempos, incluso en la oscura época de la pandemia (graciñas Berto).

                  

                  

                  

Fue la mejor por la amabilidad de Nuria, dándonos siempre la bienvenida con la mejor de las sonrisas en la puerta.

Fue la mejor por permitirnos escoger entre Estrella o Mahou, siempre bien fresquitas a un precio razonable. Sin la jodida servidumbre del patrocinio.

Pero sobre todo fue la mejor por conseguir unir a un grupo de individuos, con distintos gustos musicales y de diferentes localidades al borde de la tarima, bien adelante y apretados, para formar una piña de melómanos empedernidos que acabó considerándose “familia”. Esa comunión entre el público fiel a la sala será la que mantenga vivo durante mucho tiempo el espíritu de Salasón.

Salasón, siempre presente en el corazón de los que en los días de concierto dejábamos los problemas personales y mundanos afuera, en la calle, y en sudoroso ritual sonoro éramos felices al menos una hora y media…

Nos vemos en los conciertos...