Se evocaba al mes de abril entre aguas mil, con uno de los conciertos más esperados del año. Los andaluces O'funk'illo visitaban de nuevo la Sala Capitol de Santiago de Compostela, sumidos en una gira por toda la península en la cual celebran sus 20 años de carrera con un disco doble recopilatorio de sus grandes éxitos. Los sevillanos vuelven por todo lo alto y así amanecía una nueva andanada de “funk-rock embrutessío” y CANEDOROCK estuvo allí para contarlo.

O'funk'illo, por mérito propio, son un grupo que ha escrito una página dorada dentro del ficticio libro del rock estatal. Con su mezcla entre el metal, el flamenco, el reggae y sobre todo el funk, con mayúsculas, somos muchos los que hemos puesto nuestros pensamientos y sentidos musicales en esta banda a lo largo de los años. Maestros del directo y a su vez cada cual en sus respectivas disciplinas, atraviesan un gran momento de forma, en lo que respecta a subirse a un escenario. Solidez, garra, brío y mucho empuje son algunos de los calificativos que podemos emplear para definir sus directos, ah y por supuesto “muxo, muxo cachondeo”.


Empezamos poniendo nuestros “Riñones a la cerveza” pero al tomar el control los funkos estos se tornaron “al jerez”,  un temazo que metió al respetable de lleno en el show, locura inicial. Seguimos con la funkada “O'funkillo groove”, exquisita mezcla de metal y funk, sensacional. En el tercero y sin piedad descargan “Ajierro”, aquí todos nos ponemos hasta las trancas y vamos a saco. Sin pestañear relajan al personal y nos damos cuenta que no tenemos “Dinero en los bolsillos”, casi mejor porque nos lo gastamos nos lo fundimos, espléndido. Seguimos con el rapeo trepidante que se marca Andreas en “El mármol”, tema muy chungo pa'la tocha, excelente. Y para encandilarnos y hacer brotar nuestros sentimientos más plácidos sueltan como si nada la magnífica “Mary Jane”, un reagge que nos hizo más fuertes. Aquí se hace un punto y a parte en el show y el bueno de Pepe Bao, haciendo gala de sus raíces ferrolanas, nos toca una muñeira en su bajo con batacas en mano a modo de púa: “E pousa pousa pousa e non me toques naquela cousa”, que se cantaría. Un detalle que hizo que todo hijo de vecino agradeciese el gran detalle del bajista con nuestra tierra y nuestros sentimientos galaicos.

Ya estamos entregados por completo y sacamos “Esso cuenno” con lo que la Capitol se transforma en una plaza de toros, brutal. Nos calmamos, entre comillas, fumando marihuana con “Al rollo del cogollo” y nada más terminar le pasamos el peta a la “Pachamama”, magnífico. Seguidamente la sección rítmica formada por los hermanos Bao nos hicieron una demostración de la gran potestad que ejercen en sus respectivos instrumentos con unos solos de escándalo. Javi en las seis cuerdas no se quedó atrás y con el cable en mano de su guitarra se paseó el jack por su calva y viajamos por una  combinación de sonidos “tecno”, que era lo que faltaba, ¡¡¡que crack!!!. Y sin pestañear nos dimos cuenta que en “El planeta aceituna” a todo el mundo le mola marcarse una “fiesta” y unos “dansin”, por si no quedaba claro. Y venga más caña al mono y azotan al personal con “Killing in the name” de los Rage Against the Machine, ya no quedaba títere con cabeza. Nos salvó la campana ya que nos fuimos “A Shuparla ya!”, desmadre total y bailes de “culito con culito”. Detallón por parte de Andreas al subir al escenario a un chaval del público y dejar que este se explayase con el tema, lo cual sea dicho de paso, hizo muy muy bien. La conexión y la iteración entre público y artistas era constante.

Sin pausa y sin tiempo para saludar nos fuimos “pal' keli” del tirón, apoteosis punkadélica con “pogeos” de la tropa. Se dejan caer por los parajes de Pata Negra y ofrendan una estupenda versión de "PataPalo” el pirata malo,lo,lo,lo,lo. Recogimos nuestros enseres y nos fuimos, momentáneamente, directos para “El campito” a quitarnos to el estrés que e un marrón. Y ya para acabar nos echamos una “Siesta” para irnos de “Fiesta”, aquí el fiestón era del 15, acojonante. Ya en la recta final se marcan para deleite del que escribe una versión del “Kiss” del colosal y babilónico Prince. Tremenda “funkada” que puso la guinda distinguida y estilosa al espectáculo de estos soberbios artistas. Para concluir y ya con el público rehogado con un buen aceite de oliva del país aceituna se despiden con un popurrí en el que volvemos a enseñar los “Cuennos” y ponemos a buen recaudo nuestros “Riñones al jerez”. Fabuloso y legendario concierto que descargaron los sevillanos en tierras galaicas. Por fin cogimos aire, apufffff!!!!!!


El frotman y vocalista Andreas Lutz es un monstruo escénico, él es el que pone la salsa a los directos de O'funk'illo. Por sus  poros se atisba el buen rollismo que es una de las piezas clave de este engranaje funko. A nivel vocal puede aplicarse con una berrea que estremece, como puede rapear de forma rauda y veloz sin perder un ápice de soltura en su faceta. También nos puede cautivar con registros más cálidos y espaciados demostrando que se mueve en un  amplio registro vocal.

De Pepe Bao esta todo dicho, un monstruo de las 4 cuerdas que hace de lo difícil algo fácil y accesible. Sus fraseos en el bajo son singulares y atraen al oyente a pesar de estar compuestos de infinidad de complejas notas y dibujos. Bao es el hombre impasible e imperturbable que hace alcanzable lo inalcanzable. Sin duda uno de los mejores bajistas de este país en activo.

Como última pieza de este conglomerado tenemos al prodigioso Javi Lynch Marssiano en las 6 cuerdas que te vuela la cabeza con sus riff's y lick's funkeados. Javi no utiliza púa y saca de su dedos unos ritmos y sonidos bárbaros siendo el apoderado de ese característico sonido “embrutesio” y el administrador de que la peña mueva sus caderas y sus cabezas a “jierro y a saco”. Para la ocasión los funkos se acompañaron de tres músicos que complementan la mezcla.

A la batería tenemos a David Axel Bao, hermano de Pepe, que aniquiló y desmanteló la batería. El complemento perfecto para cerrar el círculo con una sección rítmica imponente. En los teclados tenemos a Tato que envuelve e enriquece la mezcla para darle cuerpo y profundidad. Por último nos proponen como corista a Che Che Álvarez que en un segundo plano acompaña y complementa en muchos pasajes la voz de Andreas. Las coristas siempre han sido un factor relevante en la trayectoria de O'funk'illo dotándolas de protagonismo tanto en sus trabajos de estudio como en sus directos. Una pena que en esta ocasión fuese una de las sacrificadas junto con Pepe Bao con el sonido resultante de la mezcla global. El sonido al bajo de Bao fue mejorando a medida que trascurría el concierto pero Che Che se quedó sin su hueco vocal y su voz resultó ausente en todo el evento.


Saciados por el aluvión funko llegamos a un final de concierto que perdurará en nuestras retinas y memoria musical. Activados, estimulados y excitados nos fuimos pal keli sin dinero en los bolsillos después de poner los riñones al jerez. Si hay una palabra que pueda definir un directo de O'funk'illo esa es: ¡¡¡BRUTAL!!!

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