Tercer larga duración de estos madrileños que vuelven a demostrar que tienen un aura especial, que la falsa etiqueta de indie que les dan es simplemente una broma de mal gusto.
Con ese inquietante piano y la voz casi susurrante de Nina en “Hopeless prayer” abren esta obra, todo un arrebato emocional al que se le une los teclados y voces de David Schulthess, para dejarnos con la piel erizada.
Le llega el turno a su primer single, “River”, composición muy característica de la banda, jugando con un medio tiempo lleno de ritmo, con Nina desenvolviéndose a gusto en su voz y con un buen solo de piano; texturas precisas en la guitarra de Paco López y una batería suave de Ekain Elorza.
Precisamente él abre con un apagado bombo “"WDYTYA?", canción con influencias del swing sinuoso mezclado con el soul, en el cual encontramos brillos en sus teclados y otra vez la guitarra dando destellos con ese slide tan espacial, dejando que el bajo de Alejandro Ovejero mantenga el pulso en el ritmo.
“On and On (wake me up)” recoge la tradición del soul más accesible, con ese hammond de David abriendo religiosamente con un ritmo suave, y que en el transcurrir del tema todo se vuelve muy happy, con esos coros alegres y esas palmas enfatizando más esa sensación de alegría.
Con “Paranoia fall” llega uno de mis temas favoritos, que abriéndose con unos coros profundos, todo cambia cuando ese riff de Paco entra en acción junto con ese potente bajo de Alejandro, arremetiendo a la vez con una voz enérgica de Nina; estribillo pegadizo y genial estructura y desarrollo de la canción.
No bajan la calidad que atesoran con “A kind of love”, un tema que abren con piano y teclados, calmados por el recitar de Nina envuelta en sonidos de guitarras y el agitar del corazón; empiezan a subir la intensidad con la caja y el bajo cuando Nina despliega su garganta, llevándonos a un medio tiempo potente con la guitarra cogiendo del brazo al bajo durante un bello pasaje que, para los que vibramos con los Allman Brothers, despeguemos en ese vuelo sin fin que tanto nos hacían alucinar, cargando nuestras neuronas de ese rock sureño de alma negra.
La lenta “Un recuerdo y su rey” te lleva a sus pretéritos éxitos, canción con gran sentimiento, logrando coros sublimes y con un sonido muy envolvente y compacto.
Arriesgan hacia su lado más pop con “Late”, un tema que juega bien sus bazas en ese ritmo sincopado y esos cambios de voz increíbles, llegándome a recordar a lo realizado por Toti Amos.
“Alone” fue su single adelanto, con esas voces y guitarra fluyendo melancolía antes del piano y la voz de Nina es todo belleza, un sentir profundo por lo expresado en esta interpretación que conmueve al oyente, con la influencia de David Gilmour en la guitarra y la de Fleetwod Mac en la composición; de lo mejor del disco sin duda.
El cierre lento de “Silence speaks” te deja con ganas de más, escuchando otra vez esa voz desfalleciente y emotiva de Nina.
Portada y libreto buenos. Producción muy buena. Disfrutarán los amantes del rock y pop folk americano y del soul: Allman Brothers, Traffic, Govt Mule, Fleetwod Mac, The Jayhawks.