Escasos fuimos los que acudimos a ver una descarga eclética de hard rock, pero la fecha propuesta era difícil, había mucha competencia ese largo fin de semana en la geografía gallega.
Los primeros en subirse al escenario fueron los asturianos Söax con su propuesta de rock sin fronteras. Como en el disco, entran con “Iommi”, muy buen tema para abrir, y donde lo primero que destella es la potente voz de Yolanda que nos deja un gran recuerdo en la cabeza, mientras toda la banda se les nota compenetrados.
Para “Use your mind”, canción de su primer EP, se empieza notar quienes son los que dirigen la nave en las tablas, y es que su bajista y teclista Ramón lleva el gran peso de dirigir al resto de los músicos.
Una potente “Desert song” nos hace agitar el cuello, y más con la actitud de su guitarra solista que no para de agitarse durante todo el set de la banda esta noche; un temazo que impacta más con esa potente voz de Yolanda que nos deja flipados. Saludos a los presentes y risas para interactuar con el grupo, y es que para ese inicio tan tatareable de “Countdown blues” necesitan el calor del público; las tablas de Yolanda te acercan a su propuesta musical sin peros, y fijándose un poco puedes disfrutar de una increíble labor de su batería Juan.
“Celluloid” nos abre las puertas a otros sonidos, con un peso mayor en los syntes de Ramón y dejando las guitarras de Remis y Bertrand como acompañamiento a la increíble voz de Yolanda que nos vuelve dejar volados; donde se ocultó esta cantante!!!??. Nos desmontan con el inicio hipnótico de “Take me away” y su bajo saturado, otra lección de buenas tablas, con el correoso guitarra solista que no para de gesticular y contorsionarse, todo un contraste con su compañero rítmico.
El riff de “See thy blood” recuperan los movimientos de cuello al son del ritmo constante de su batería Cadenava, y un final apabullante. No hay descanso y unas campanadas inician una popera “Look away” que se hace disfrutar con la interpretación vocal de Yolanda.
No dejan respiro en otro ejercicio de rock a cargo de “When light is put away” y que resulta del agrado de los allí congregados. Animan al público con palmas para encajar su pegadiza “43 sunsets”, su single de presentación, y que es recibido con mayor entusiasmo, dejando ver que el grupo tiene potencial para encandilar sin necesidad de hacer el payaso en el escenario.
Nos avisan de que harán una versión de un grupo sueco, y sorpresa, nos dejan a todos sorprendidos con un tema de ABBA, “Lay all your love on me” y como lo hacen, más cercano a Muse que a los suecos. Se despiden brevemente y en su bis nos descargan la preciosa “Ona” de su primer EP que vuelve a dejarnos desarmados ante tanto buen hacer musical y en el escenario. Grupo que seguro repetiré en sus directos.
Cambio de grupo, unos quince minutos y The Mirage estaban encima del pequeño escenario para descargarnos sus clásicos mientras preparan su nueva obra. Sin miramientos arrancan con “Has jugado con fuego”, “Nueva estación” y “Páginas en blanco”, hard rock de los ochenta del que ahora no se destila mucho, y donde queda demostrado que Martins su cantante aporta su propio timbre a esas canciones dándoles mayor intensidad, con la aportación esencial del guitarra y alma del grupo Dave. Se presentan y nos descargan su vacilona “Nada como el rock and roll”, con esas poses de su guitarrista Miguel y un Martins muy expresivo.
Ese toque sureño que posee “Vida en la maleta” y la desgarrada voz de Martins se convierte en un punto destacado del concierto, con las guitarras de Miguel y Dave muy bien conjuntadas, a la vez que el cantante vuelve demostrar su capacidad vocal. El batería Juan Carlos arranca la potente “No soy diferente a ti”, con toda la banda muy bien sobre las tablas y que los que estábamos allí disfrutamos mucho, un hard rock escuela americana.
Revisitan a su manera una canción de Gottard “Dream on” que titulan “Otra opción”, que me deja perplejo por su contundencia y sobre todo por la voz de Martins, mucho más desgarradora que el disco y para mi mucho más logrado.
Aplausos y charla con el respetable, casi nos conocemos todos, y vuelven a bregar con “Perdí la fe”, donde se les nota más cómodos a los nuevos miembros de la banda, en especial a Miguel. Cuando interpretan “Cuando el mundo pare” se alzan voces entre el público acompañando a Martins, siendo otro punto álgido de su set y con el que se despiden para los bises.
Regresan para interpretar los temas “Cree que aún queda más” y “No quiero dejar de caminar” para cerrar su show, con fuerza y buen hacer de todos, y que deja buen sabor de boca. Queda pendiente verlos de nuevo ante más público.