Desde Vigo llega esta banda con influencias del rock y metal norteamericano, muy en la onda de My Chemical Romance por poner un ejemplo. Así inician con la batería de Cristian “Life is my name”, metal rápido donde te llamará la atención la voz de Adolfo FH, una mezcla entre Mustain y Heafy, y que posee un estribillo llamativo y que ha sido elegido single de presentación. Destilan rock americano con “Hit the ground”, con brillo del bajo de Anton Piru y la batería de Cristian en un tema muy melódico y con coros bien ensamblados y portentoso solo de guitarra de Paul Rodga.
Más contundente suena la metalera “The slave in me”, con inicial cambio de registro vocal de Adolfo dándole mayor dimensión a la canción, un tema lleno de matices y cambios de ritmo, siendo uno de los mejores del disco.
Se ablanda inicialmente la propuesta con “Nobody will see you”, semi balada con arreglos de cuerda que se arrastra hacia una segunda parte más agresiva, con un riff poderoso que realza más su propuesta, brillando nuevamente la labor vocal de Adolfo y el batería Cristian. Aceleran con “Heels are made to be broken”, un tema que ya tiene sus años y que les sirvió de carta de presentación, un rock de tintes americanos y que te lleva por la senda de los Foo Fighters más macarras. Un hipnótico riff inicia la más que sugerente “That train is not gonna wait”, rock que destila groove con un bajo muy setentero y otra gran labor en la voz de Adolfo, muy 'macarrón'.
El piano inunda “Ancroidal Part I”, canción de tintes épicos en su tratamiento y que posee a Adolfo como protagonista, para que a continuación nos entreguen “Ancroidal Part II”, el reverso de la moneda donde encontraremos a toda la banda entremezclando desarrollos instrumentales con partes cantadas, sonando a unos Mastodon melódicos o unos 30 Seconds to Mars energizados. Con “Vortex” regresan al rock de influencia americana, con ese riff simple y efectivo, un estribillo muy logrado y buenos coros.
Una canción que llamará la atención será “Epic fall”, increíble labor vocal de Adolfo e instrumental por parte de toda la banda, épica en su desarrollo, siendo un fiel reflejo del estilo que practican, siendo de lo mejor del disco; no puedo resistir comentar que tan larga y variada sombra son Faith No More. El cierre lo hacen con una emotiva “The story will remain”, un medio tiempo que vuelve ofrecer otra gran labor de todo el grupo, con muchos coros y melodía, con un solo de guitarra más que épico, haciendo un final de disco magnífico después de todo lo escuchado.
