Luego de un recopilatorio con invitados especiales titulado Kilometro a kilometro y de una extensa gira presentándolo, es cuando deciden grabar un directo en su A Coruña natal con gran parte de esos invitados (Carlos Escobedo, José Andrea, Alberto Cereijo, Fernando Madina….), pero como a todos, llegó la pandemia y hubo que esperar al lanzamiento de esa grabación en vivo, De puertas pa’ dentro, que ahora se puede disfrutar acompañando a su nueva obra en estudio. Esta es una de las dos razones por lo que si gustas del rock español deberías de hacerte con una copia.
Galicia, mi tierra mágica y llena de ocultismo, abraza también el Stoner Doom con gran calidad y brillantez de la mano de este potente cuarteto.
Su monolítico inicio con “Aquarius” te deja absorto, primero por ese pesado riff a cargo de Gon.B y luego por esa brutal batería de Rust; mención aparte es la voz espacial de Beatriz Onix y del bajista Raposa!, que con maestría llena todo de sus notas mientras destripa solos su compañero a las seis cuerdas, en un tema muy bien estructurado con secciones más dinámicas y otras más doom, estirando hasta el infinito las saturaciones.
Esta banda sevillana ha sacado un disco que a los amantes del rock andaluz, el Stoner psicodélico y rock progresivo va a llamar mucho la atención. La intro “Ritual” con su enigmática ambientación repleta de sonidos tribales entremezclados con unos sintetizadores escuela Vangelis deja entrever su paleta sonora.
“Si algún día” se abre con el bajo de Gran Jefe y la voz de Chamán acompañados de las guitarras psicodélicas de Cazador y Explorador, con una primera parte más lenta y suave, y una segunda más pesada con las distorsiones y una batería de Guerrero más fuerte, con la voz de Chamán más enérgica y lastimosa a la par.
A los amantes de la guitarra instrumental este disco les va a cautivar por su belleza y técnica, y es que este norteamericano ha logrado conjugar en nueve canciones una paleta de sonidos muy familiares y técnicamente ecléticos. Su apertura con la rápida y melódica “Between two worlds” atrapa desde su inicio, con uso de la palanca en fraseos que le dan mayor dinamismo, armonías subliminales que acompañan a esa batería indomable y un gusto excelente en la ejecución.
Le sigue la lenta y bella “Emergence”, muy en la línea de Andy Timmons, con sonoridades complacientes, dejando espacio al piano y a una batería de Mike Marrone envolvente, haciendo de ese crescendo un oleaje de buenas sensaciones; una de sus mejores composiciones.
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