El italiano Valerio Marras está detrás de este proyecto experimental musical que gira entorno a la música ambient, dark y post rock, con gran influencia del minimalismo.
“Heavy sleep” arranca lento y denso, con capas de teclados de atmósferas lúgubres, creando una sensación auditiva inquietante a la vez que cautivadora, jugando con distorsiones de fondo, despertando una cacofonía de notas reverberadas de guitarra que finalmente desembocan en “The sound of a needle”; esta es otra composición lenta, jugando con notas nítidas y reverberantes de guitarra en su inicio, acolchadas por sintetizador que cogen el protagonismo hasta esa explosión controlada de distorsión, mezclándose luego nuevamente con sugerentes capas de guitarra hasta su climax final.
El 15 de julio de 2021 se editó el segundo CD de la banda finesa de death metal, Mask of Satan, nombre sacado de una legendaria película de horror. Mask of Satan se formaron en el año 2015 en la localidad de Tampere y ese mismo año grabaron una demo; no será hasta 2017 cuando publiquen su primer larga duración.
El sonido de “Underneath the mire” tiene influencias tanto del death finés como del death clásico evolucionado aunque, en general, no sea tan devastador como el de otras bandas del género. Lo que destaca del disco es el trabajo de la guitarra, con una gran cantidad de riffs potentes e hipnóticos, con algunas partes heavys y otras más virtuosas. La batería se muestra contundente en todos los cortes y el bajo acompaña potentemente a la guitarra en los riffs más incendiarios. La voz es inteligible y, en ocasiones, nos ofrece partes más agresivas y desgarradas.
Consumed by Vultures han sacado al mercado la segunda edición de “Pseudobiblion”, disco inicialmente lanzado el 21 de junio del año 2019 por el sello Rising Nemesis records, englobados en el género del brutal death metal.
Originarios de Suiza, se formaron en el año 2013; tienen un EP con 6 temas, publicado en el año 2015 y un primer álbum conceptual lanzado en el año 2019, titulado “In Eterno”. “Pseudeobiblion” es, igualmente, un disco conceptual, continuación del mencionado primer disco, y está inspirado en la Divina Comedia de Dante, no estrictamente en el contenido, sino en la estructura y el estilo.
Estos norteamericanos presentan su tercer trabajo con proyección a todo el mundo, practicando un bonito rock muy enraizado en el grunge y derivados, primando las buenas melodías y sugestivos coros.
Abren con una enérgica y ruda “Coyote and the desert rose”, con el bajo de Brandon Williams llenando un gran espectro sonoro, acompañado de una inquieta guitarra de Pablo Anton, que destila blues de muy buen gusto, y una contundente batería de Zach Martin; la voz del fundador de la banda Jon Ryan te lleva a esa época de finales de los 90 y principios de este siglo, pero evitando estridencias.
Desde mi tierra, Ourense, llega lo que es el primer larga duración de este inquieto músico gallego. Rock con tintes progresivos y casi todo instrumental, donde priman mucho las atmósferas.
Con la intro “Navegar por ningures (I)” nos satura su guitarra para evocar junto a las olas una sensación de soledad.
Con un pequeño tic tac muy familiar arranca su single de presentación “When time comes”, con Leonel Silva a la voz, con un timbre de voz agradable, mezcla de Dickinson y Cornell; la canción es un medio tiempo con arreglos de cuerda, acústicas joviales y una aurea muy del neo prog europeo, con buen trabajo de Fernando Jaramillo a la batería, dejando capas de guitarra tenues pero efectivas.
Vaya disco ha sacado el portentoso guitarrista Chris Steberl junto a Caleb Hustlar en los teclados. Para este proyecto se han acompañado de los virtuosos Ron Tavalin al bajo y de Mark Zonder (Fates Warning) a la batería.
Todo lo que se va escuchar os va sonar a otras bandas e intérpretes, lo bonito de este disco es que esos ‘extractos’ los ha ensamblado de tal manera que suenan perfectos.
Abriendo con la homónima “Lost in Centralia” ya vais disfrutar sobre todo los seguidores de Dream Theater, con esos pasajes que su parte guitarril va desde Petrucci a Satriani, pero con el teclado de Hustlar ya te adentras en el terreno de los de New York, aparte de ese acompañamiento en la batería del lustroso Zonder, haciendo que sus casi seis minutos de duración pasen sin más; final épico y evocador.
Desde Pittsburgh, Pennsylvania, USA, este trío reconvertido en cuarteto con la llegada de Josh Emery a la guitarra, nos van a ofrecer su visión musical, una mezcla de Stoner psicodélico y proto metal. “Counting” entra contundente y pesada, con un riff de guitarra grueso por parte de su vocalista (también teclista) John Huxley, apoyado por una densa base rítmica de los hermanos Lober, Jordan a la batería y Justin al bajo; el tema se enriquece con los arreglos de guitarra de Emery, aparte de las voces espaciales de Huxley apoyadas por los coros de Justin, que además realiza una buena aportación a las cuatro cuerdas.
Desde Modena, Italia, llega un muestrario de buen metal y rock alternativo, con gran proeza en crear melodías muy del estilo hard rock melódico. Así cuando los teclados de Simone Pedrazzi abren esta su segunda obra con la hipnótica “Walking backwards”, primero te va sorprender la gran labor de su bajista Matteo Malmusi en sus adornos y líneas, luego destacará la voz de Ricky DC con un timbre que gustará o no, pero que atesora calidad y versatilidad; contundente y profunda, con buenos pasajes melódicos, siendo su primer adelanto antes de la publicación.
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