ARCANA 2020

Este proyecto de mini opera existencial en formato EP surge en la cabeza del canadiense Rogan McAndrews (Guitarra, Bajo, Voz de Damian, Synths), acompañado de Deyson    

Thiara (Batería), y de la voz de Anna Draper como Hope. El argumento son las cartas de un personaje a su esposa e hija, contando sus temores y deseos.

Son tres temas más la bucólica intro “Latters from a lost soul” puede que nos sepa a poco, pues cuando entran esos armónicos al iniciar “Wings” ya te está enganchando el oído; tema instrumental con buenos cambios de ritmo del batería y mucha melodía en las guitarras, con fraseos pegadizos y armoniosos que se extienden en los siete minutos de duración, sin dejar de lado esos diferentes ambientes en su estructura musical.

ARCADIAN CHILD 2020

Tercera y cautivadora obra de estos chipriotas que destilan un rock psicodélico con claras influencias setenteras y toques desérticos en algunos de sus pasajes. “Snakecharm” abre con aires mediterráneos oriental, con ese hipnótico y profundo bajo de Andreas Kerveros llevándote por desiertos del norte africano, a la vez que la guitarra de Stathis Hadjicharalambous desprende notas envolventes hasta la llegada de la voz de Panagiotis para realzar ese climax en su manera de cantar; buen comienzo y buenos arreglos.

Siguen esa estela musical con “Wave high”, esta vez con unas armonías inicial de las guitarras muy cautivadoras y con ese timbre de voz de Panagiotis tan peculiar; destaca su estructura bien dispuesta, buenos cambios de ritmo y atmósfera sugerente, haciendo de este tema uno de los más destacables del disco.

MR BISON 2020

Se les denomina una banda stoner, pero rezuma blues rock por todos los lados, y en este cuarto larga duración estos italianos lo reafirman. Así su apertura con la directa “Seaward” te plantará con el stoner más fronterizo con California, con los tres Matteo desempolvando riffs rockeros y un profundo bajo sin fuzz, con una batería muy revoltosa y con detalle en las voces realizadas por todos.

“From the abyss” se inicia con unas armoniosas guitarras de Sciocchetto y Barsacchi que te lleva a una especie de rock americano hiper vitaminado y a la vez edulcorado con ese juego de voces, mientras D’Ignazi mantiene el pulso ante los diferentes cambios de ritmo y textura, dejándote al final de la escucha como una montaña rusa de sensaciones agradables.

SONS OF OTIS 2020

Desde Canadá nos traen su séptimo disco en estudio el trío formado por Ken Baluke (guitarra y voz), Frank Sargeant (Bajo) y Ryan Aubin (Batería). Su estilo es un inconfundible stoner pesado y con tintes espaciales, que ya desde su primer tema “Hopeless” lo dejan muy claro: ritmo lento, bajo muy saturado como la guitarra, voz cavernosa y una batería rellenando los espacios posibles ante esa plomiza estructura.

Ascienden a la oscuridad con “JJ”, repitiendo esas premisas sonoras, con la voz de Ken Baluke más reverberada para darle mayor sensación espacial y una guitarra menos grave.

Un wah-wah oscuro introduce “Trust”, un tema con más brío y sugerente por ese riff efectivo, continuando con ese bajo saturado de Frank Sargeant y un mayor dinamismo en la batería de Aubin.

DDENT 2020

Este cuarteto francés nos presenta su tercer larga duración, siendo una banda desconocida por mi parte y que ha logrado llamar la atención de mis oídos y de mi mente. Su estilo encaja bien en un post rock instrumental con pinceladas de metal, con gran profusión de ambientes lánguidos y fuertes transiciones.

El inicio con “II” me llegó a recordar a Los Suaves y su “Dios es suave”, siendo la intro para “Songe”, un tema cargado de profundidad sonora, con las guitarras de Louis Lambert y Vincent Ghislan decorando la brutal pegada de Marc Le Saux que destaca sobre el resto; el tema posee secciones más rápidas y otras con un ambiente más contenido, teniendo el bajo de Nicolas Zivkovich como incitador de todos esos cambios.

YAWNING MAN 2020

Banda que cumplirá el próximo año 2021 su 35º aniversario, nos presenta su quinto álbum bajo esta denominación, ya que sus miembros han sacado diferentes obras con otros nombres. Siguen pilotando esta nave de rock desértico espacial, Gary Arce a la guitarra y Mario Lalli al bajo y las voces, estando acompañados nuevamente a la batería por Bill Stinson. Estos pioneros de las desert jams y banda de culto, nos traen su última locura y es que han decidido grabar en directo una actuación sin público en el desierto.

El 22 de junio se editó, a través del sello canadiense Shaytan Productions, el último álbum de la banda de Arabia Saudí, Al-Namrood, titulado "Wala’at". Desde su primera grabación en el año 2008, ya publicaron siete discos oficiales, un recopilatorio, 3 sencillos y EP’s y otros tres videoclips.
 
Como publica el diario The guardian, su nombre se refiere a ·Nimrod”, un rey rebelde e incrédulo del Antiguo Testamento, constructor de la torre de Babel, lo que provoca que los tres componentes de Al-Namrood sean anónimos, ya que su identificación podría llevarles a un castigo de pena de muerte por los mandamases saudíes; si a ello le unimos su postura escéptica respecto a la religión, pues… todo hecho. Nunca han tocado en vivo y sus grabaciones son clandestinas. Incluso mandan sus instrumentos a reparar a Estados Unidos a través de Baréin.
 
El 1 de abril de 2020 se editó, a través del sello Pathologically Explicit Recording, el primer largo de Nawabs of Destruction, con el título “Rising Vengeance.” En 2019 ya habían grabado un EP con el mismo título, que incluía 3 temas. Nawabs of Destrucion son originarios de Dhaka (Bangladesh) y su formación se reduce a dos componentes: Saad Anwar y Taawkir Tajammul.
 
“Rising vengeance” es un disco con abundantes cambios de ritmo y de estilo, de tal forma que, en varias ocasiones, da la sensación de estar escuchando dos discos distintos. Aunque lo que predomina es el, podríamos decir, death técnico moderno, y el progresivo, con mucha atmósfera, también incluye bastantes partes lentas y melódicas, y toques black e, incluso, power metal. Dichas partes melódicas se combinan frecuentemente con explosiones guitarreras, destacando también la sección rítmica. Las voces se mueven entre el sonido gutural, bastantes partes con voz normal y alguna inclusión black.